viernes, 27 de junio de 2014

Marcos

No les voy a negar que revisando las entradas de temas anexos al libro como Primera experiencia o Mi vecinito Marcos me ha resultado algo complicado hacer calzar las edades, primero porque no las recuerdo con exactitud y segundo porque ocurren muchas cosas desde que comienzo mis experiencias con Eliazar hasta que todo termina para mí cuando me voy de aquella población en la que viví hasta los 14 años.
Por eso me preocupo más que nada de mantener la proporcionalidad de edad entre quienes cito en los relatos y yo.

Aclarado este tema que pudo haber generado alguna incongruencia o podría generarla, paso a contarles una nueva historia de quien da nombre a esta entrada.


Marcos 

Él y yo nos llevábamos bien. Había un año de diferencia entre nosotros así que nos entendíamos y puedo decir que SI, teníamos algo así como una relación, de pendejos pero algo es algo. 

En esos años, la población en la que vivía no estaba muy urbanizada, con decir que el alcantarillado tardó varios años en implementarse. Cuando comenzaron las excavaciones, nos metíamos a los hoyos que iban dejando las máquinas o nos escondíamos en esas estructuras de cemento que conforman la red. Tampoco había alumbrado público. Mi casa, era la última de la fila y después de ella no había nada más que cerros, pampa, arbustos, matorrales, humedales, o sea, harto para ir a hacer cositas. Así que todas estas carencias se aprovechaban al máximo. Y lo hacíamos. Quedábamos de juntarnos a cierta hora y buscábamos algún lugarcito para ir a tocarnos y besarnos. Podía ser detrás de alguna de las casas de cualquier vecino. A veces nos masturbábamos, hacíamos sexo oral y teníamos "sexo sobre la ropa". 
A veces también jugábamos todos los niñ@s de la población, sobre todo a la escondida y de preferencia cuando ya estaba oscureciendo. A Marcos y a mi nos gustaba jugar a esto porque nos escondíamos juntos y aprovechábamos de hacernos cariños :) aunque a los demás les fue pareciendo sospechoso el porqué nos encontraban siempre juntos. 
De vez en cuando nos íbamos a su casa y nos encerrábamos en su pieza. Ahí, recuerdo que una tarde estábamos con los pantalones abajo, yo de guata en la cama y él sobre mí. Se supone que me estaba penetrando, al menos el movimiento, la posición y la disposición de ambos era para eso. Pero imagino que no sabíamos hacerlo bien y jamás nada entró. Cosas de pendejo.

A grandes rasgos en eso se basó mi relación con Marcos. Jugueteos, besuqueos, manoseos y sexo sin tenerlo en realidad.

Más un día, mientras estábamos encerrados en su pieza entró de golpe uno de sus hermanos, Ariel (12) y ahí comienzo a tener encuentros con él también pero eso se cuenta más adelante.


XoXo


1 comentario:

  1. Me parece que con Marcos experimentaste una época de despertar sexual y te entiendo perfecto, yo tuve algo parecido con alguien pero no puedo decir que fue una relación, solo fueron fajes o intentos de ellos.
    Lo que aun se me hace increíble es que tuviste que ver con sus hermanos de él.
    Un abrazo! (:

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